Canaima (foto 1), es el destino de nuestro vuelo. Desde este poblado comienza
el trekking hasta la base Salto Ángel. A este lugar solo es posible llegar en
avioneta, el motivo es obvio, nos encontramos en medio de la selva (foto 2).
Pero antes de aterrizar nuestro piloto termina de asegurarse su propina dándonos
una aérea vuelta por Canaima y su preciosa laguna (foto 3), su playa de arena
blanca (foto 4), sus tremendas y espectaculares cascadas (fotos 5 y 6), etc.
Pero ya tenemos ganas de aterrizar, de poner los pies en tierra, y explorar este
lugar. Nos encontramos en el Parque Nacional Canaima que posee tres millones de
hectáreas protegidas de naturaleza virgen y así las posibilidades de excursiones
y aventura son infinitas, seguro que no nos aburriremos aquí...