El Ferrocarril turístico entre Cuzco y Machu- Picchu (foto 1), es la opción
más utilizada por quien pretenda llegar a esta recientemente escogida nueva
"maravilla del mundo". Los billetes tienen precios abusivos, incluidos los
abarrotados para mochileros, lo malo es este abuso lo hace muy excluyente para
los propios peruanos, por no hablar del precio de la entrada a la fortaleza
propiamente dicha...
El precio que pagas, te da cierta comodidad, asientos reservados (foto 2), lujo,
limpieza, y hasta servicio de bar y camarero en cada vagón.
El viaje comienza temprano en la mañana, tomando altura sobre la ciudad de
Cuzco, de una manera poco habitual. Y es que remonta la montaña usando la
técnica del plano inclinado, o sea llega hasta un punto, y sin girar, da marcha
atrás, y continua subiendo en reversa por la misma vía en zig-zag (foto 3). Este
curioso procedimiento te permite disfrutar de unas buenas vistas sobre la
ciudad.
El viaje se hace un poco largo, dura algo más de 4 horas, y como había oído
hablar tanto de el, pensé que sería más espectacular, pero la verdad es que se
me hizo largo y aburrido, a pesar del colorido de los vendedores de artesanías o
comida que se acercan a tu ventana en las paradas que realiza el tren (foto 4).
Otro de los puntos famosos es el popular "km 82" (foto 5), tal vez el inicio de
la excursión más popular de toda América Latina, el "camino inca": un camino de
4 días que pasa por yacimientos arqueológicos poco visitados a través de
una selva exuberante para terminar en Machu-Picchu.
Si continuamos con el tren llegaremos a través de paisajes montañosos (fotos 6 y
7), hasta la población de Aguas Calientes, punto de destino final del tren y
lugar de paso obligado para acceder a Machu-Picchu...
