Zoo. Berlín. Alemania

Febrero 2009

Berlín, como es bien conocido fue una gran ciudad que fue dividida en dos partes después de la 2ª Guerra Mundial, y durante muchos años a todos los efectos eran dos grandes ciudades independientes una de la otra. Con la reunificación en una sola ciudad, los berlineses se encontraron que todo lo tenían duplicado: dos Universidades de cada cosa, dos campos de futbol principales, dos Ayuntamientos, dos Museos de Historia, etc, etc. Y aun a día de hoy, algunas de estas duplicidades se mantienen y ninguna quiere ceder protagonismo. Un ejemplo son los dos Zoos de la ciudad: "Tierpark", que aunque no es muy céntrico, es el mayor zoo del mundo, se encuentra en una vasta área alrededor del Castillo de Friedrichfelde. Y el Zoologischer Garten", muy céntrico, popular y accesible ya que se encuentra frente a la gran estación de ferrocarril del mismo nombre.
Hoy vamos a visitar este segundo Zoo: el " Zoologischer Garten", uno de los más antiguos, ya que data de 1844. Tiene dos principales y famosas puertas de acceso: desde la Budapester Strasse por la ornamentada puerta del Elefante (foto 1) de estilo oriental, o frente a la estación de tren por la puerta del León (foto 2).
Nada más entrar nos decepcionamos un poco, es puro invierno, hace mucho frío, y hay nieve, a lo mejor no ha sido buena idea venir al zoo, ya que los espacios de los animales los encontramos vacíos (foto 3). En seguida nos damos cuenta de nuestro error, resulta que absolutamente cada zona de animales tiene un espacio para invierno, y un espacio para verano, y claro los bichos prefieren estar en los espacios interiores bien calentitos (foto 4). Así podemos recorrer todas las jaulas por los espacios interiores (foto 5), no saben nada estos alemanes...
Aparte de la impresionante familia de gorilas, hay para todos los gustos: leones (foto 6), perros de pradera (foto 7), el querido Panda Gigante Bao-Bao (foto 8), nutrias (foto 9), Hipopótamos (foto 10), estos con la curiosidad que su charca tiene una pared de cristal conteniendo el agua, y se puede ver como nadan. Acuarios, terrarios, etc, etc...
Pero vinimos al Zoologischer Garten, a ver su estrella más mediática. ?Quien no ha oído hablar de Knut¿ (fotos 11 y 12), aquel pequeño y precioso oso polar blanco rechazado por su madre y su comunidad ya al nacer, cuyas tan tristes fotos salieron por todo el mundo. Hoy Knut, ya ha crecido, ya no es aquel osito indefenso, pero sigue rechazado por todos sus congéneres, al punto que vive totalmente solo y triste diría yo, y no lo pueden colocar ni con los Osos Pardos que están separados en la jaula contigua. A veces la naturaleza parece que no es tan sabia, o simplemente es que aun no la comprendemos...