Visegrad se encuentra a la orilla del Danubio a unos 45 km de Budapest. Es una ciudad muy
turística
por la cantidad cosas que se pueden hacer y visitar. Bueno visitar en tiempos de pandemia no mucho,
ya que las principales atracciones: el castillo, la Torre Salamon, el Palacio real donde en su interior
se encuentra la fuente de los billetes húngaros de 1000 florines, o la iglesia, pues se encuentran
cerradas y solo se pueden ver desde el exterior.
Entonces con esta situación, nos preparamos para hacer una ruta caminando todos esos lugares
y pasar un bonito día de domingo haciendo algo de deporte.
Partimos de la iglesia del pueblo para tomar el camino del
calvario (Vía Crucis) en dirección al Castillo,
que es bien visible desde toda la población, ya que se encuentra sobre esta
dominándola desde una
colina de 350 metros de altura sobre el río.
El castillo, es una fortaleza levantada por el Rey Belá IV para defenderse de los ataques mongoles.
Desde el castillo y tomando al inicio de "Sendero azul
húngaro", descenderemos por detrás de nuevo a
Visegrad pero pasando primero por el Monte Sibrik donde se encuentran vestigios de lo que fue la frontera de
Pannonia, límite entre el Imperio de Roma y los territorios de los bárbaros del Norte. El Monte Sibrik
alberga los restos de un antiguo campamento romano que fue construido para el año 320, durante el regir
del emperador Constantino I. y continuando hasta la Torre Salamon con sus imponentes 30 metros de altura.
Y de nuevo en la población de Visegrad pasamos por el Palacio Real, pero la visita a su interior de
momento la posponemos a otra visita , ya que se encuentra como todos los museos, cerrado...