Villach es una de esas grandes poblaciones que agrupan multitud de
pequeños pueblos dedicados al turismo tanto de invierno como de verano, con incontables
remontes mecánicos, senderos marcados, instalaciones deportivas, hoteles, balnearios, etc.
Llegamos un día especialmente frío, en el hotel nos dijeron que la noche anterior
llagaron a -19°C (menos 19 grados centígrados), como veis en la (foto 1 y 2), somos los
únicos paseando por el centro peatonal, donde hay un par de iglesias, muchas casas muy bien
cuidadas, y algún loco patinando en la plaza del Ayuntamiento donde hay montada una gran
pista de patinaje.
Pero lo mejor está fuera, Villach está rodeado de montañas y tomemos la dirección que
tomemos el paisaje es espectacular (foto 3), con los lagos helados, muchos de ellos están
convertidos en pistas de Hockey y patinaje, y si queréis entrar en calor no queda más
remedio que darles unas vueltas (foto 4)...