El Parque Nacional Tierra de Fuego, fue creado el año 1960 para proteger unas
63.000 hectáreas del extremo austral de la Cordillera de los Andes al suroeste
de la Provincia de Tierra de Fuego, junto al límite con la República de Chile.
Es muy extenso, y hay mucha flora y fauna características de esta zona por ver,
por lo que si se dispone de tiempo, quedarse unos días acampado es lo ideal.
Esto está permitido en varias zonas de camping acondicionadas para ello. No solo
flora y fauna, también lagos, lagunas, bahías, ríos, montañas e islas lo
conforman, con bonitos paisajes nevados (foto 1), y caminos bien marcados que
nos llevan sin pérdida por todos lados.
Los senderos principales, cuentan con carteles explicativos de la flora que
vemos, como el de la (foto 3), al pie de una "Lenga", el árbol más común en
estos bosques patagónicos, el cual nos dice entre otras cosas que puede crecer
desde el nivel del mar, hasta los 500 metros de altura. o El "Ñire" (foto 4), un
árbol de pequeño porte que crece en suelos anegadizos.
Hicimos varias pequeñas excursiones por el parque, siguiendo el río Pipo, hasta
la Bahía Ensenada para ver las islas Redonda y Estorbo. Caminamos por el Lago
Roca, vimos conejos, castores, y paisajes increíbles sobre todo en los
alrededores de la Bahía Lapataia (fotos 5 y 6), donde al llegar a un mirador una
hermosa águila se pasó más de 10 minutos volando sobre nuestras cabezas (foto
7).
Y así llegamos hasta el Fin del Mundo, la Bahía Lapataia, donde terminan los
caminos. Es el fin de la Ruta Nacional 3, que como indica en el cartel viene
desde Alaska, solo 17.848 km de carretera en dirección al norte...