Desde Ushuaia, ir al Parque Nacional Tierra de Fuego es obligado. No queda
lejos, unos 20kilómetros, se puede ir a dedo, en autobús, en taxi, pero sin duda
lo más caro es ir en el Tren del Fin del Mundo, un auténtico robo para turistas,
que una vez allí, pues que vas ha hacer...disfrutarlo, que al fin del mundo no
se va todos los días.
Para entender el sentido de este tren, tenemos que remontarnos a los tiempos del
presidio y de la colonización de estas tierras. Entonces se le conocía con el
nombre de el "Tren de los Presos", ya que fueron los que lo construyeron en
dirección a los bosques densamente poblados que había en esa época (hablamos del
año 1920). Este tren era la herramienta fundamental para terminar la
construcción del presidio y de la ciudad, además de asegurar leña para la cocina
y la calefacción durante todo el año.
Hoy en día el Ferrocarril Austral Fueguino, permite al turista revivir esa
historia, pudiendo realizar ese mismo viaje en los antiguos y remodelados trenes
a modo de la época con asientos de pana e interior de caoba, y traccionados con
máquinas a vapor (fotos 1, 2 y 3).
El recorrido discurre en dirección al Parque Nacional Tierra de Fuego por el
antiguo trazado del tren, por el valle del río Pipo. A través de sus amplios
ventanales, podremos ver ríos, bosques, turbales, montañas y neveros. Se ha
acondicionado una estación intermedia (foto 4), en la que podemos descender del
tren, para realizar un pequeño paseo, se puede elegir entre subir a una cascada,
o pasear por la orilla del río. También se pueden ver los restos de lo que eran
los bosques hace 90 años, y es que toda la ruta del tren está rodeada de los
tocones, o lo que queda de los árboles talados (fotos 5 y 6), pero por supuesto
también otras vistas de paisajes más gratificantes (fotos 7 y 8)...