Tirana. Albania

Octubre 2004

Por el centro de la capital del país, Tirana, se aprecia normalidad y orden, calles asfaltadas, semáforos funcionando (foto 1), guardias regulando el tráfico, etc. Las calles y plazas están limpias y se pueden visitar sus mezquitas, en la (foto 2) la de Et´hem en la gigantesca plaza central de Skenderbeg, junto a la torre del reloj.
Skenderbeg (en realidad se llamaba Gjergj Kastrioti), es el héroe más honrado de Albania. Cuando los Turcos Otomanos invadieron el país en 1388, este fue capturado y llevado como rehén a Estambul, pero volvió al castillo de su padre en Kruja en 1443,reunió a los otros príncipes albanos, y sacó a los turcos en 1449, a los que mantuvo fuera hasta su muerte, aunque el país fue nuevamente ocupado. Por eso se le recuerda con su estatua en la gran plaza que lleva su nombre, y donde también está el Museo Nacional (foto 3).
La historia de este país desde la antigüedad siempre ha sido la misma, ocupaciones, saqueos, malos gobiernos, religiones opuestas, etc... los primeros ocupantes fueron las tribus Illirias, a las que invadieron los romanos, y con la división del Imperio Romano, fue conquistada por Bizancio, a los que conquistaron posteriormente los bárbaros, Visigodos, Ostrogodos, Hunos, Lombardos, Eslavos y Turcos. Lograron expulsar definitivamente a los Otomanos en 1912, y lograron su independencia con la región de Kosovo incluida en el nuevo estado, pero al año siguiente, las grandes potencias de entonces (Austria-Hungría, Francia, Alemania, Italia y Rusia), forzaron a Albania a ceder la región a Serbia. Luego varios fallidos gobiernos democráticos, tomó el poder el dictador Ahmed Bey Zogu, hasta que la Italia fascista invadió y ocupó el país en 1939, pero nuevamente un solo año después con la derrota de los Alemanes en 1944, el partido comunista tomó el control bajo el mando de Enver Hoxha (entonces secretario general). Hoxha se opuso a los esfuerzos de Tito por anexar Albania a Yugoslavia, lo que le obligó a depender de Stalin primero y luego de Kruschov, pero cuando rusos y más tarde los Chinos le retiraron su apoyo, Albania quedó aislada, lo que fue desastroso para su economía, y más cuando los escasos recursos del país los despilfarro el paranoico Hoxha en ejércitos, armas y la construcción de búnqueres defensivos por todos lados. Aun así la pirámide de la (foto 4), inaugurada en 1988, recuerda junto con su museo al dictador Albano Enver Hoxha...