Con la llegada del invierno, buscamos lugares calentitos para visitar. Los
mejores y más divertido, son los baños termales, y de esos hay muchísimos por
los alrededores de Berlín. Hoy visitamos uno curioso, porque en su publicidad
dice que te puedes bañar junto con pingüinos. No es exactamente así, ya que
aunque compartimos piscina, una barrera de cristal nos separa (foto 1), aun así
es muy divertido, y como los pingüinos son tan curiosos como los humanos, pues
ambos nos la pasamos con la nariz pegada al cristal, y viéndonos evolucionar los
unos a los otros (foto 2). La piscina de los pingüinos está un poco más elevada
precisamente para que podamos observar mejor su nado sin tener que sumergirnos
(foto 3). Después un puentecito nos permite observar a los pingüinos muy de
cerca (fotos 4 y 5), e incluso darles de comer (foto 6). Como para esto hay
muchos voluntarios, tienen preferencia los niños que cumplen años, así que ya
sabéis lo que tenéis que decir, sus horas de comida, las 11:00 y las 15:30H.
Pingüinos a parte, la terma está muy bien, piscina con olas (foto 7), con
neumáticos (foto 8), toboganes, un gran parquecito acuático para niños (fotos 9
y 10), todo un mundo de saunas de todo tipo, baños romanos, y cuando fuera ya es
oscuro, en invierno a las 18:45 un show de rayos láser en la misma piscina para
disfrutarlo dentro del agua (fotos 11 y 12), realmente espectacular.
Resumiendo, una terma muy completa, divertida y entretenida para todas las
edades, Marco se pasó 7 horas sin salir del agua, y sin aburrirse, nos gustó
mucho a todos...