Dejamos atrás el oasis de Chebika (foto 1), y seguimos subiendo
más arriba por las montañas hasta que divisamos el oasis de Tamerza (foto 2).
También está situado sobre un viejo asentamiento romano, éste llamado "Ad
Turres", y era un núcleo defensivo convertido es sede episcopal en épocas
bizantinas.
Antes de entrar en el oasis propiamente dicho, hay un desvío a unas cascadas que
se producen con el agua sobrante de los manantiales del oasis, y vale la pena
hacer una parada y ya de paso refrescarse con un baño (fotos 3 a 8). Ana Sofía
que hace días quiere pintarse un "tatoo" temporal de jena, por fin lo consigue
(foto 9).
Y después recorremos lentamente el oasis disfrutando de las vistas de sus
palmerales (fotos 10 a 12), hasta llegar al centro de la población, o parte
moderna donde están los comercios y la vida, y donde se puede comer algo
sencillo tipo pollo, arroces o vegetales. Al norte del oasis quedaría el núcleo
viejo, casi totalmente abandonado (foto 13), pero aun muy fotogénico con sus
casas construidas en pisé (tierra arcillosa prensada con piedras y paja).
A si queréis más baño, a la derecha del núcleo nuevo, bajando al río, hay otra
cascada con poza de agua para remojarse (fotos 14 y 15)...