Siempre que mejora el tiempo, hay que aprovecharse de que tanto en Suecia,
Finlandia como en Noruega, existe por ley el derecho al acceso público de los
bosques y zonas naturales, por tanto es permitido no solo acampar, sino ir en
barca, esquiar, nadar, recoger frutos del bosque, setas, o hacer fuegos con
leña, incluso en zonas privadas, lógicamente mientras no se moleste a nadie,
dejes basura, tales árboles o cosas así. Y es que el paisaje invita a disfrutar
la naturaleza de cerca (foto 1), y acampar junto a los ríos o lagos (foto 2), y
disfrutar de una fogata (foto 3), y mucho más si logras pescar algo, caso que no
fue el nuestro desgraciadamente.
Después de pasar nuestra última "noche de sol" en las cercanías de Mo y Rana, ya
al sur del Círculo Polar, madrugamos para ascender al Glaciar de Svartisen. Esta
es una excursión un poco larga, ya que decidimos no tomar la barca turística que
recorre el lago de Svartisen, teniendo que caminar unos 6 kilómetros más tanto a
la ida como a la vuelta, pero con la recompensa de llegar al glaciar antes que
el primer barco, y por lo tanto antes que los turistas.
El camino no está muy marcado, pero como solo hay que bordear el lago, pues no
hay un gran problema (fotos 4, 5 y 6). Una vez al otro lado, hay que remontar la
cascada de desagüe del glaciar (foto 7), e ir tomando altura junto a ella (foto
8), hasta que divisemos el glaciar (foto 9). Una vez con el glaciar a la vista,
solo hay que disfrutarlo, e ir acercándose a el tranquilamente (fotos 10, 11 y
12).
Fue una experiencia realmente fantástica, y valió la pena el madrugón, ya que
estábamos nosotros solos con el glaciar. Nos acercamos hasta el hielo (foto 13),
e incluso penetramos en su interior (foto 14), para ver las tonalidades de azul
que producen los rayos del sol al atravesar el hielo (fotos 15 y 16), regresando
felices, cansados y satisfechos por la excursión (fotos 17 y 18)...