Entro en la República de Estonia por un pequeño puesto
fronterizo al suroeste del país en los límites de las fronteras con Rusia y
Letonia de donde vengo. Estoy alejado de cualquier ruta turística, por lo que
puedo ver como es la vida rural de estos países Bálticos. Las red viaria
es básica con muchos tramos en los que ni siquiera hay asfalto (foto 1),
pequeños poblados sencillos (foto 2 y 3), iglesias (foto 4), y tranquila
naturaleza (foto 5). Y es que el relieve de Estonia casi todo compuesto de
prados y bosques, ofrece solamente colinas de baja altitud debido a que los
glaciares de la era cuaternaria erosionaron las cimas.
La montaña más alta de Estonia y de todos los países Bálticos es el Suur
Munamägi (foto 6) con una modesta altura de 318 metros aunque realmente son solo
62 desde su base donde se asienta la cima. El nombre de Suu Munagämi significa
"Cerro de Huevo", y es que esta es la forma que tiene que parece un medio huevo
visto desde lejos (foto 7).
Así que subir a la montaña más alta de Estonia no supone ningún problema por
unos tranquilos senderitos (fotos 8 y 9). En el tramo "más empinado" hay unas
escaleras de cemento (foto 10), y bancos en los que descansar en todo el camino
(foto 11).
Una vez en la cima nos encontramos con una torre de observación de 29 metros
(foto 12) a la que se puede subir pagando una pequeña entrada (un poco menos
pequeña si quieres subir en ascensor). Esta torre hace de vértice geodésico
para los geógrafos, y de mirador panorámico para los turistas, y es que la cima
se encuentra totalmente repleta de altos árboles (fotos 13 a 15), y la
visibilidad es cero desde el suelo, pero desde la torre se puede divisar en un
radio de 50 kilómetros a la redonda tanto el territorio estonio, como el cercano
ruso y letón (fotos 16 a 18)...