El campo de internamiento o prisión
preventiva del Ministerio para la Seguridad del Estado que era la
policía secreta de la SED (Partido Socialista Unificado Alemán),
popularmente llamada Stasi, era el instrumento más importante para el
sostenimiento de la dictadura comunista, con 91.000 empleados oficiales
y 180.000 colaboradores que se encargaban de vigilar a la población en
todo el territorio de la RDA. Cualquier persona que se considerara
"hostil" al régimen, por espía, divergente, terrorista, activista o por
pensamiento político diferente podía ser encarcelado en alguna de las
cárceles de la Stasi.
La más importante o central era la de Berlín-Hohenschönhausen (fotos 1 a
16) con unas condiciones de vida catastróficas, en las que en espacios
reducidos, se apilaban hasta 4200 personas con precarias condiciones
higiénicas y mala alimentación. Más de 1000 de ellas perdieron la vida y
fueron enterradas en cráteres dejados por bombas en los alrededores.
Hoy se puede visitar tanto las celdas, como los despachos, y hacerse una
idea del horror que debía suponer caer en desgracia en el régimen...