En Chichiriviche, hay multitud de embarcaderos, desde los cuales dirigirse a
los cayos del Parque Nacional Morocoy, o sea a un paraíso de playas tranquilas,
aguas transparentes y arenas blancas. En estos están bien marcadas las tarifas
por lancha ida y vuelta a los diferentes cayos, así que solo hay que elegir al
que queramos ir, y decir al barquero a que hora nos puede venir a recoger (foto
1).
Para nuestro primer día elegimos Cayo Sombrero (fotos 2 a 6), ya que nos habían
hablado muy bien de él, y nos habían comentado que se podía esnorquelear a
gusto.
El cayo está bien, es grande, así que aunque estemos en plenas vacaciones de
Agosto, y pese a haber mucha gente, no es ningún problema. Posee muchas palmeras
que dan buena y tropical sombra, y no te faltará ni el carrito de los helados
que te traiga ese coco helado tan refrescante a tu toalla...