Estamos en Septiembre, y parece que el verano no se quiere ir de
Alemania, sol, buen tiempo, altas temperaturas. Pero nosotros nos vamos a
esquiar (foto 1), y es que en este país todo es posible, aquí no hay problemas
de ingeniería que no se puedan resolver, y se han construido una sala cubierta
para esquiar todo el año. Bueno realmente hay varias en todo el país. A la que
nos dirigimos en Senftenberg, no es la más moderna, ni la más larga, pero si es
la más cercana a Berlín donde vivimos. Con apenas 130 metros de larga y unos 25
grados de inclinación, es ideal para niños, principiantes, o para iniciarse en
el snowboard.
Se trata de una gran nave climatizada, donde hace frío como en la montaña, pero
sin extremos simplemente constante a 1 o 2 grados bajo cero, y cañones de nieve
artificial. Si no se quiere pasar frío o descansar entre bajada y bajada, hay un
restaurante calentito desde donde disfrutar del espectáculo (foto 2).
Pero lo mejor es esquiar, se puede traer tu material, o alquilar allí el equipo
(foto 3), y una vez preparado, a la pista.
Nosotros fuimos un sábado, y en ningún momento había más de 6 o 7 personas
esquiando, por lo que nada de colas, y toda la pista para ti (fotos 4 a 11).
Supongo que si tienes un buen nivel de ski es un poco aburrida esta pista, pero
si vas con niños, o eres principiante en esto del ski o el snowboard, es
simplemente ideal.
Para los más "heavys", hay una zona acrobática donde realizar todas las
brutalidades y saltos que se te ocurran, pero uno ya está muy mayor para esas
cosas (fotos 12 a 15)...