El desierto del Sinaí puede ser un buen lugar para perderse, y realizar todo
tipo de aventuras. Con buenas y seguras carreteras en su perímetro (foto 1), se
puede acceder fácilmente a cualquier zona de él. En su interior no debemos
esperar encontrar muchas cosas, ni siquiera agua, aunque hay algunos oasis, lo
más común son pequeños poblados o grupos nómadas dedicados a la agricultura
(foto 2).
Pero fuera de la segura carretera con muchos controles del ejercito (a pesar de
estar el Sinaí declarado zona desmilitarizada en los acuerdos de Camp David)
pues la verdad que es mejor contar con protección, y todos los grupos de
turistas que realizan excursiones llevan protección armada (foto 3). La razón es
que saben que la mejor forma de atraer la atención del mundo hacia esta zona
"olvidada" y sus problemas es secuestrar a un grupo de turistas, ya sean
españoles, alemanes o rusos, y la cobertura mediática está garantizada.
Una vez solucionado el problema de la seguridad, y el psicológico que representa
ese miedo a las armas y las personas armadas, pues hay un mundo de posibilidades
en el Sinaí: Hay zonas arqueológicas, algunas remotas y de difícil acceso como
el Templo Hathor, rutas 4x4, poblaciones perdidas, oasis, montañas, etc.
Nosotros nos fuimos primero al norte en 4x4, a buscar un punto alto para
apreciar una vista nada normal. Se trataba de poder ver desde el mismo lugar y
cerca de la frontera con Israel una vista panorámica de varios países a la vez:
Israel, Jordania, Arabia Saudí y lógicamente Egipto a nuestros pies (foto 4). Al
que le interese llegar ahí solo tiene que bajarse el "track". La pista auque
polvorienta, no es difícil, y con el "GPS", pues no tiene pérdida (fotos 5 y 6).
Luego nos fuimos a buscar unos cañones (fotos 7 a 9). Hay muchos por todos
lados, son pequeños, son cortos, son hermosos y con multitud de tonos y colores
que van cambiando a lo largo del día según les incide el sol con diferentes
ángulos e intensidades (fotos 10 a 16). En las webs hay muchos tracks de estos
cañones, y yo pongo los míos, pero no hay que olvidar que estamos en un lugar
remoto, y que parece un laberinto (foto 17), así que mejor con alguien que
conozca donde se mete. Todos estos cañones se han formado en otras épocas por la
acción erosiva del agua que antes corría por aquí, agua que también excavó
cuevas que también se pueden recorrer o al menos penetrar unos metros aunque sea
solo utilizando sencillas velas como iluminación (fotos 18 a 21). El límite de
las posibilidades, como siempre, es la imaginación...