Inari puede parecer a simple vista que no es más que una pequeña población junto
a un lago que no posee más que un súper, un camping y cuatro casas. Pero Inari
es el centro de la comunidad sami de los alrededores, y uno de los lugares más
interesantes que se pueden encontrar al norte de la Laponia. La razón es que
aquí se encuentra el museo más hermoso y cuidado de Finlandia, el Museo Siida,
el cual no se debe dejar de pasar la oportunidad de visitar.
Alberga varias exposiciones temporales, cuando nosotros lo visitamos vimos una
preciosa colección de fotografías de aves de Laponia (foto 1).
Pero el museo está dedicado a la cultura sami, revive sus orígenes, su forma de
vida, su lucha por la supervivencia hasta nuestros días, y para ello se apoyan
en todo tipo de muestras estáticas, audiovisuales o fotográficas. Colecciones de
trajes típicos (foto 2), de los usados para su vida de cada día (foto 3), su
calzado (foto 4). Todo muy bien indicado con la ayuda de láminas y gráficos, por
ejemplo como usan cada parte de la piel del reno para su vestuario (foto 5), sus
viejas herramientas, sus armas (foto 6), o sus adornos o joyas (foto 7).
El museo es muy moderno y amplio (foto 8), y se va recorriendo toda la vida sami
a través de los tiempos, desde por ejemplo sus viejos trineos (foto 9) hasta las
nuevas y potentes motos de nieve actuales (foto 10). Desde la geología de la
zona hasta su fauna (foto 11). Con ayuda de una exposición de fotos antiguas se
puede apreciar lo duro de la vida en estas latitudes (foto 12).
También hay una parte más científica o técnica, y te explican con lujo de
detalles por ejemplo el fenómeno del sol de medianoche el cual se aprecia
perfectamente en la (foto 13), que sería la tierra vista desde la altura de un
satélite y fotografiando Europa en verano por la noche, y se puede apreciar
perfectamente las zonas del norte por encima del Círculo Polar Ártico donde no
se hace de noche, y poseen la misma luz que por ejemplo en America que es de
día, mientras que toda la Antártida permanece siempre en la oscuridad por debajo
del Círculo Polar Antártico.
A la salida del museo, hay una pequeña tienda de artesanía sami, y nos podemos
probar por ejemplo su vestuario tanto típico como actual (foto 14). Y si se os
ha hecho como a nosotros la hora de comer viendo el museo, en el piso superior
hay un pequeño restaurante donde solo sirven especialidades sami desde los
jugos a los postres, además de tener un económico "bufete" donde probar un poco
de todo, o abusar como yo comiéndome 4 platos de un guiso de reno exquisito
(fotos 15 y 16)...