En Segesta está el templo griego más atractivo de toda la isla de Sicilia, y
no porque sea el mayor o el mejor conservado, sino porque su aspecto es perfecto
y armonioso aislado en medio de un paisaje campestre (fotos 1 a 12).
La antigua ciudad de Egesta, fue la principal población de los Elimi que
procedentes de Anatolia se refugiaron aquí tras la caída de Troya en una zona ya
poblada desde el siglo XII a. C. con la llegada de colonias griegas.
No se sabe mucho de la historia de los templos ya que los romanos masacraron la
población en la primera guerra púnica, ni del majestuoso templo dórico de la
zona y esa aura de misterio contribuye aun más a darle atractivo a esas 36
columnas que datan del año 426 a.C., pero lo que si se sabe es que quedó
inacabado.
También hay un teatro griego superviviente de la época, a unos 20 minutos a pié
o 5 en autobús, ya que la carretera que lleva a él desde el templo está cerrada
al tráfico, pero va un bus cada media hora. Aunque lo mejor es subir por un
caminito despacito y disfrutar de las vistas del templo desde diferentes
distancias. Muy espectacular el paseo hasta el teatro, y mucho más el teatro en
si con 63 metros de largo y una capacidad para 3200 espectadores integrado
perfectamente en el paisaje (fotos 13 a 15)...