Ana Sofía está feliz con la visita de su primo Rodrigo, y no lo suelta para
nada (foto 1). Se vuelven inseparables en todo momento. ?A donde llevarlos para
que se la pasen aun mejor? A la playa claro. Y nos vamos unos días a la zona de
Choroní. Para pasar uno de los días elegimos la playa de Valle Seco. No es ni
mucho menos la más espectacular de la zona (foto 2) (su nombre tampoco anima
mucho), pero nos han dicho que posee una piscina natural grandiosa, e ideal para
que los niños jueguen sin peligro y se la pasen bien, y la verdad es que es
bastante mejor de lo que nos explicaron (foto 3). El agua limpia , la playa
tranquila y protegida por la barrera de coral (foto 4). Además para los niños
habían puesto miles de cangrejos a los que perseguir, tantas conchas que era
imposible cargar con todas, y fina arena blanca con la que jugar y hacer
castillos.
Para los mayores el asunto estaba un poco más justito, pero había lo suficiente
para sobrevivir: Un pequeño restaurante en el que no faltaba la cerveza fría
para beber o el pescado fresco para comer. Lo pescan y lo preparan allí mismo, y
aunque la cocina es un poco precaria, con hambre no hay problema (foto 5). Y
después de comer una sombrita, no mucha, en Valle Seco no hay palmeras, pero
fijaros la cara de felicidad de mi cuñado. !!!Viva el Caribe!!!...