Fin de semana en el Uckermark montando a caballo, era el
cumpleaños de Ana Sofía, y es lo que se deseaba. Buscando en internet se
encuentran muchos lugares donde elegir, nosotros elegimos el Pferdehof Ruhnau
cerca de Prenzlau, simplemente porque ofrece alojamiento en el mismo picadero.
Todo está nuevecito y da gozo alojarse allí, con unas bonitas vistas hacia los
prados y los corrales de los caballos (foto 1).
El lugar es muy grande y hay que caminar para conocerlo (foto 2), saludar a los
caballos (foto 3), o darles de comer (foto 4). En caso de mal tiempo o para el
invierno, cuentan con una gran sala cubierta donde montar (foto 5).
Y ya nos vamos a montar a caballo. Cualquier salida comienza con una limpieza y
cepillado de este, y igual procedimiento se realizará al regreso (foto 6). Nos
equipamos (foto 7), y a cabalgar (foto 8).
Las primeras cabalgatas se limitarán a los corrales donde nos dan unas clases
para mejorar nuestro estilo, en el caso de los niños, para que comiencen bien, y
aprendan como se debe desde pequeños (fotos 9 a 11).
Al final de cada día cuesta trabajo despedirse de los caballos, y mucho más el
último día (foto 12)...