El Archipiélago de Los Roques es el parque marino más grande del Caribe, y
Parque Nacional desde 1972 para proteger este ecosistema marino de espectacular
belleza y valor ecológico.
Se encuentra ubicado a unos 130 kilómetros de la costa continental de Venezuela
al norte del puerto de La Guaira., y está compuesto por tres ecosistemas
diferentes: arrecifes coralinos, manglares y praderas marinas. Es un atolón
coralino que abarca 300 islotes, 48 cayos y extensos arrecifes de coral vivo.
Aquí se han contabilizado 307 especies de peces, 92 de aves, 61 especies de
corales, 200 de crustáceos, 140 de moluscos y por ejemplo 60 de esponjas, pero
la especie más buscada de todas es la langosta.
Llegar aquí es un capricho, quiero decir que no es barato, pero podéis elegir
entre venir en yate o avioneta. Y todo llega por este sistema, por lo cual el
precio de las posadas, restaurantes o cualquier cosa, es muy caro, especialmente
el alojamiento.
Elegimos la avioneta, pequeña, rápida y cómoda. Son viejas y se vuela en
visual, nada de aparatitos, en la nuestra no funcionaba nada. Pero es un placer
sobrevolar el Caribe a baja altura. Los Roques se ven así desde el aire (foto
1), y la emoción que produce el sobrevolarlos la expresa Heike perfectamente en
su cara desde su cómodo asiento de copiloto, desde el que se hincho de hacer
fotos (foto 3).
La emoción es máxima cuando uno se aproxima al aterrizaje y ve ese agua azul y
transparente que solo se encuentra en el Caribe (foto 4), pero la alegría
enseguida pasa a susto cuando aporrizamos contra el suelo, no se como llamarlo,
pero desde luego pista de aterrizaje no, quizá de "pista de moto-cross", a la
pista le faltan muchos trozos, y el asfalto que hay, está totalmente
desquebrajado por el sol y la falta de mantenimiento (foto 5).
Pero nuevamente pasamos del susto a la emoción y es que sin salir del
aeropuerto, ya en la misma sala de espera de este nos podemos dar un baño en la
playa, no creo que nadie se queje aquí por un retraso en los aviones (foto 6)...