La otra visita inexcusable en Río de Janeiro es la subida en
teleférico al Pan de Azúcar en el barrio de Urca, es al igual que el Cristo
Redentor, un emblema de la ciudad, y tal vez la mayor atracción por las vistas
que se disfrutan desde lo alto. El teleférico sube en dos tramos, primero hasta
el morro (colina) de Urca, bajarnos y tomar otro teleférico hasta el morro del
Pan de Azúcar (foto 1). Las vistas que se disfrutan ya desde el teleférico son
soberbias (foto 2), pero desde arriba indescriptibles, hay que estar allí, mirar
por ejemplo la vista de la Playa de Copacabana (foto 3), o las diferentes vistas
de la ciudad el distrito de Urca (foto 4), Copacabana y Cristo Redentor
(foto 5), Cristo Redentor la Bahía y Playa de Botafogo (foto 6). O la
(foto 7), yo feliz en el Pan de Azúcar.
Hay muchas más vistas hacia el otro lado, la Bahía y puente de Niteroi, los
fuertes, playas y más playas en la lejanía, etc. Además incluso en el Pan de
Azúcar tenemos la posibilidad de recorrer unos espléndidos jardines botánicos
muy bien cuidados, todo limpio, nuevo y con mucho orden, y en la estación
intermedia además de pequeños restaurantes y tumbonas para tomar el sol, los que
se lo puedan permitir tienen la posibilidad de subirse a un helicóptero, y hacer
cualquiera de los muchos recorridos que hay para sobrevolar Río, como por
ejemplo sobrevolar el Cristo Redentor. También hay un pequeño teatro en el que
pasan una película sin fin, en la que cuenta un poco la historia del teleférico,
que a la vez es de la ciudad desde sus inicios, hasta la famosa película de
James Bond, en la que destrozan el teleférico, afortunadamente está
reconstruido...