El mismo 19 de Agosto de 1799, Humboldt visitó y examinó las Salinas de
Araya, convirtiéndose en su primer historiador y cronista. Las Salinas de Araya,
en el Estado Sucre, antigua provincia de Cumaná, fueron descubiertas por Pedro
Alonso y Cristobal Guerra, quienes habían acompañado a Cristobal Colón en su
tercer viaje a estas costas orientales, las cuales ya estaban siendo explotadas
de manera rudimentaria por indígenas. Estas salinas sufrían ataques de piratas,
y de los holandeses que tenían interés comercial por la sal, también por ella,
los ingleses se enfrentaron varias veces a los españoles. Humboldt escribió:"La
real administración de las salinas no data, sino e 1792. Antes de esa época
estaban en poder de los pescadores indios que fabricaban a su arbitrio la sal y
la vendían.
En la actualidad la explotación, está en manos del gobierno y la
constituyó con el nombre de SACOSAL (Servicios autónomos de actividades del
complejo salino de Araya), para tratar de reactivar su comercialización que data
del tiempo de la colonia.
Nosotros pedimos permiso para visitarla, y nos dejaron recorrerla sin ningún
tipo de restricción, respondieron a todas nuestras preguntas, nos explicaron
todo el proceso desde que extraen la sal con una dragadora que se va moviendo
por el lago y la van trayendo a la planta en unas barcazas remolcadas (foto 1).
En la planta se vuelcan las barcas sobre una tolva (foto 2), que mediante cintas
transportadoras va llevando la sal a los lavaderos y zona de refinaje, hasta
salir blanca-blanquita al final del proceso (foto 3).
Pero la mayor atracción para el turista en esta laguna, es bañarse en ella, y
allí mismo frente a la planta se puede caminar por la sal (foto 4), hay que ir
bien calzado, ya que la sal forma una gruesa costra que al romperse bajo nuestro
peso te produce cortes en los pies, que son dolorosos por la concentración de
sal, la misma que te permite flotar en el agua, y te hace totalmente imposible
hundirte aquí (foto 5), es el principio de Arquímedes elevado a su máxima
potencia...