La zona que quedó fuera del emplazamiento amurallado de Mdina, se destinó a los
habitantes más pobres, y se la llamó Rabat. Aún así es interesante una visita a
esta ciudad, y perderse por sus callejones (fotos 1 y 2), ver sus balcones (foto
3), o visitar su iglesia dedicada a San Pablo (fotos 4 y 5). Casi todo en la
ciudad parece dedicado a San Pablo: hay estatuas de San Pablo (foto 6), y lo que
todo el mundo viene aquí a visitar, las catacumbas de San Pablo (fotos 7 a 10).
Se trata de un laberinto de corredores y cámaras mortuorias. Y eso es
exactamente solo lo que queda, ya que fueron saqueadas hace muchos años. Se
pueden observar diferentes tipos de enterramientos: las tradicionales excavadas
en el suelo que debían estar cubiertas con lápidas, otras talladas en la pared,
pequeños receptáculos también excavados en la pared para albergar restos
mortales de niños, etc. Y alrededor de las tumbas, mesas y bancos de piedra,
probablemente utilizados por las familias de los enterrados para acompañarlos en
los servicios religiosos...
A parte de las catacumbas de San Pablo, están las de Santa Ágata, en el convento
que hay junto a la iglesia de St Agatha...