Nos dirigíamos a visitar la ciudad de Rostock, pero de alguna
manera nos hicimos un lío con los indicadores y acabamos en Warnemünde, que era
una aldea de pescadores que compró la ciudad de Rostock al Duque de Mecklenburg
en 1323, y ahora hace las veces de su puerto turístico, por lo que muchos
indicadores te dirigen a ella diciendo "Rostock".
Pero mientras dábamos vueltas con el coche para ver como salíamos de allí, nos
pareció interesante lo que veíamos y decidimos dar un vistazo a Warnemünde.
Esta localidad se ha convertido en uno de los balnearios más cotizados de la
costa del Mar Báltico, además de punto de destino escogido por muchas de las
navieras que organizan cruceros por todo el mundo, por lo que en verano fondean
en sus aguas hasta 50 transatlánticos que además hacen las veces de hoteles
flotantes.
Se encuentra a unos 10 kilómetros al noroeste de Rostock, por lo que muchos de
los habitantes de esta ciudad vienen a pasar aquí un día de playa o de descanso.
El lugar es muy bonito. Un ancho canal hace de puerto para las embarcaciones
pesqueras (fotos 1 y 2), y en esos mismos barcos te venden pescado fresco, y
hasta te hacen un "fisch and chips" (foto 3), que te puedes comer calentito allí
mismo (foto 4). Después te puedes dar una vuelta por su malecón (fotos 5 y 6),
subir a su faro (foto 7), o ir a su hermosa y extensa playa (foto 8). Una vez en
la playa, pues como en casi todas, puedes pasear, (foto 9), volar cometas (foto
10), descansar (foto 11), o cansarte (foto 12), lo de bañarse tal vez será lo
que más cueste...