Otra excursión cercana a Puerto Ayacucho, unos 17 km al sur, son los
petroglifos del Cerro Pintado, llegar a ellos no es que sea difícil, pero en
época de lluvias no es una gran idea salir del asfalto solo, porque si os
pasa lo que a nosotros, y os quedáis atascados en el barro (Foto 1), pues
pasareis un mal rato. Porqué???: porque hace un calor terrible, porque los
barrizales están llenos de mosquitos, porque no pasa nadie que os pueda
ayudar, y porque como quedó la panza del carro apoyada en el barro, no había
muchas opciones de sacarlo sin ayuda (foto 2). No funcionó sacar barro de
bajo el coche, no funcionó tirar tierra o piedras al agua, ni colocar palos
para que traccionaran las ruedas. Me tocó desandar hasta la carretera, y
pedir ayuda al primer camión que vi, un transporte de viajeros que tendríais
que ver la cara que pusieron cuando me acerqué a ellos lleno de barro y
sudando y les conté nuestro problema y que necesitaba que me estiraran con
una cincha. Pero amablemente desviaron su ruta y fueron a ayudarnos,
gracias...
Todo esto ocurrió a escasos metros del cerro pintado (foto 3) donde hay una
serie de petroglifos tallados en lo alto de una pared rocosa. La reseña que
llevábamos decía que eran difíciles de distinguir, pero la verdad es que
allí estaban gigantes y claritos riéndose de nuestros esfuerzos por mover el
carro, y es que el mayor de ellos, de 50 metros de longitud, es una
gigantesca serpiente que se supone que representa al Orinoco (foto 4)...