Sant Pol de Mar, es un antiguo pueblo de pescadores, de casas blancas y calles estrechas y tranquilas. Pero no hemos
venido aquí a visitar al pueblo sino a la playa y es que
aquí comienza la Costa Brava con sus calas rocosas y playas de
arena granulada bañadas por las cristalinas aguas del Mar
Mediterráneo.
Saliendo de Sant Pol en dirección norte por la carretera que discurre junto a la
vía del ferrocarril, en apenas 1km llegamos
a las primeras calas: la playa de la cabra (con un chiringuito donde
encontraremos bebidas frescas y comida sencilla tipo
bocadillos), la Cala de la Vinyeta (donde pasamos el día), y la cala de Las Rocas.
Cualquiera de ellas es estupenda para el baño, y tomar el sol, y son un aperitivo para el resto de calas que encontraremos
si recorremos la Costa Brava.
Si os apetece caminar un poquito, desde la cala se veía unos torres de
vigía en ruinas y un camino en subida que llegaba a
ellas, así que subí, disfrutando tranquilamente de las vistas mas
aéreas hacia la playa y cuando se llega arriba ver la
larguisima playa de Pineda de Mar...