Pliska fue la primera capital del Estado búlgaro, desde el año 681,pero
hoy no queda más que un pequeño conjunto de ruinas bastante decepcionante, antiguamente
ocupaba muchos kilómetros cuadrados y estaba formada por ciudadelas (foto 1),murallas y
palacios.
Aquí fue donde Naoum y Clemente, discípulos de Ciril y Metodi (creadores de la escritura
cirílica),la adaptaron a lo que hoy es la legua búlgara.
Pero pocos años después el zar Simeón trasladaría la capital a la vecina Preslav y
Pliska quedó en ruinas, algunas partes de ellas han sido reconstruidas para que nos las
podamos imaginar (fotos 2,3 y 4).