Qorikancha, que en quechua significa "patio dorado", en su día fue el templo
más fastuoso del Imperio Inca, estaba literalmente cubierto de oro, incluso sus
muros se revistieron con planchas de oro macizo, pero todo fue saqueado y
fundido en lingotes con la llegada de los primeros conquistadores. Era un templo
religioso, y un observatorio celestial. Hoy al turista no le queda más remedio
que imaginárselo, con los restos de cantería y muros utilizados en la
construcción del actual convento de Santo Domingo (foto 1). Dentro de este, un
patio (foto 2) con una fuente octogonal, que ya no está recubierta de oro como
antaño, y a los lados las cámaras incas que aun se conservan.
El templo se construyó a mediados del siglo XV, durante el reinado del décimo
Inca, Tupac Yupanki. Tras la conquista Francisco Pizarro se lo regaló a su
hermano Juan Pizarro, ero este no pudo disfrutarlo mucho tiempo, ya que murió en
1536 en la batalla de Sacsahuamán, y en su testamento legaba Qorikancha a los
dominicos, a quien sigue perteneciendo.
Tanto desde fuera como desde dentro, se pueden observar los restos incas (foto 3
y 4), incluido un muro circular de 6 metros de altura (foto 5), que ha resistido
siempre todos los terremotos que han sacudido Cuzco mejor que la iglesia y el
convento, que han sido dañadas repetidamente...