Otro de los monumentos más visitados de París, es la Basílica
del Sacré Coeur de Jesús (Sagrado Corazón de Jesús). Como cualquier lugar
turístico de París, no es no necesario preguntar como se llega, simplemente
saliendo del metro (en este caso la estación de Anvers), solo hay que seguir la
dirección de las masas de gente (fotos 1, 2, 3, 4 y 5).
Inicialmente fue concebida como un monumento público para rendir homenaje a los
numerosos ciudadanos franceses que habían perdido la vida durante la Guerra
franco- prusiana, y fue el arquitecto Paúl Abadie quien ganó el concurso para su
construcción. La primera piedra se coloco en 1875 y se completó en 1914,
consagrándose al final de la Primera Guerra Mundial en 1919.
La basílica (foto 6), tiene forma de cruz griega, adornada con cuatro cúpulas, y
un domo central de 80 metros de altura, tocado por una linterna formada por una
columnata (este es el punto más alto de la ciudad de París, al estar la basílica
colocada en lo alto de la colina de Montmartre. En el ábside, una inmensa torre
cuadrada hace las veces de campanario que guarda entre otras, la Savoyarde, una
campana de tres metros de diámetro y más de 26 toneladas de peso, siendo una de
las mayores del mundo.
Está compuesta por pequeños mosaicos o teselas que se usaron para embellecer la
obra (el mismo método empleado por Gaudí en sus obras) de mármol de las canteras
de Makrana al sur este de París, que bajo el efecto del agua de la lluvia,
segrega una sustancia blanca parecida a la pintura, por ello cuanto más llueve,
más blanco luce el Sacre Coeur.
Se puede acceder al interior (foto 7), y aunque austera al igual que Notre Dame,
se pueden admirar las pinturas de su cúpula (foto 8), el altar, la cripta,
diferentes cristaleras, etc..