El Canal de Panamá, es uno de los lugares donde el ingenio humano y la
técnica, se entrelazan para unir dos grandes océanos y estrechar el mundo. Tiene
una longitud de 80 kilómetros entre los océanos Atlántico y Pacífico. Entre
13.000 y 14.000 barcos, utilizan cada año el canal, gracias a la labor de 9000
trabajadores trabajando 24 horas al día los 365 días al año, ofreciendo su
servicio de tránsito a naves de todas las naciones.
El canal, utiliza un sistema de exclusas que funcionan como elevadores de agua
subiendo las naves desde el nivel del mar, (atlántico o Pacífico) a 26 metros
sobre el nivel del mar (al lago artificialmente agrandado de Gatún), así los
buques navegan a través de la Cordillera Central de Panamá. Cada juego de
exclusas, lleva el nombre de la población en la que se encuentra: Gatún en el
lado atlántico. Pedro Miguel y Miraflores en el Pacífico. La parte más angosta
es el corte culebra excavado a través de roca y la piedra caliza de la
cordillera central. El material excavado en este tramo, sería suficiente para
construir una réplica de la Gran Muralla desde San Francisco a Nueva York.
El Centro de Visitantes de Miraflores, es el lugar ideal las operaciones del
canal. Esta instalación, inaugurada recientemente tiene grandes balcones desde
donde los visitantes pueden observar cuando se abren y cierran las compuertas de
la exclusa a medida que los buques inician o terminan su tránsito por uno de los
juegos de exclusas del canal (fotos 1 y 5)...