Pamukkale es un balneario de aguas minerales calientes que brotan del
suelo formando un curioso paisaje de cavidades planas llenas de agua, soportadas por
estalactitas blancas (foto 1).Estas aguas fluyen por una ciudad helenística en ruinas
antes de precipitarse colina abajo (foto 2).
Ya hace años visité este lugar y entonces el turista campaba, volaba en parapente y se
bañaba a sus anchas por la zona, hoy en día la masificación turística, y el bajo caudal
de agua que mana ha obligado a las autoridades a limitar en extremo, no la afluencia de
turistas sino los lugares por los que puede pisar, por lo que visitar el lugar se ha
convertido en una excursión gregaria en la que en todo momento uno se siente en medio de
un rebaño de ovejas muy vigilado ,controlado y limitado, no es que el sitio haya dejado de
ser bonito, simplemente es que no hay manera de disfrutarlo.
Aun os podréis bañar en las pozas de travertino (foto 3),pero son artificiales llenadas a
intervalos por medio de pequeñas esclusas, y tampoco os podréis alojar en el fantástico
Hotel Pamukkale con su sugestivo manantial de agua caliente lleno de fragmentos de
columnas de mármol sumergidas (foto 4),ahora son unos baños públicos en los que bañarse
a tiempo limitado, y al que no paran de llegar autobuses llenos de japoneses que ni se
bañan, solo dan la vuelta, hacen la foto, y dejan sitio al siguiente autobús...