Hebron, situado apenas a 30
kilómetros de Jerusalén, es un ejemplo extremo del conflicto entre israelíes y
palestinos. La primera visión que se tiene de Hebron, es una ciudad
totalmente rodeada por un muro (foto 1), que de cerca tiene un aspecto
inexpugnable (foto 2). Pero eso no es lo peor, ya que multitud de controles
militares obstaculizan el libre paso y circulación, en principio de los
palestinos (fotos 3 y 4), pero la verdad es que les gusta fastidiar y molestar a
todo el mundo, a nosotros cuando intentamos acceder los soldados israelíes muy
amablemente nos pidieron los pasaportes, pero una vez en su poder nos los
retuvieron, y ni nos lo devolvían ni nos dejaban entrar, evidentemente tampoco
nos podíamos ir sin el pasaporte. Para nuestra fortuna apareció por el control
una pareja de observadores de la ONU (foto 5), y tal y como les abrieron paso,
nos devolvieron los pasaportes y pudimos acceder a Hebron, bueno al siguiente
control, y luego a la máquina de rayos X (foto 6), etc...
Más adelante durante nuestra visita nos cruzamos con otra pareja de observadores
(foto 7), y ya más tranquilos nos pusimos a charlar con ellos, básicamente sobre
las tensiones que se viven en este lugar entre israelíes y palestinos.
básicamente por la ocupación israelí, y la construcción de sus asentamientos que
comenzaron en 1967 después de la Guerra de los seis días. Un asentamiento, es un
barrio o un pueblo donde en plena Palestina solo viven israelíes, y pueden ser
desde urbanizaciones de 30.000 personas a pequeñas aldeas en medio del desierto.
Y son esos asentamientos el gran obstáculo para la paz, ya que Israel no solo no
quiere abandonarlos, sino que sigue construyendo más en suelo palestino.
Pero volviendo a Hebron, esta ciudad, en virtud de un protocolo firmado por el
entonces presidente de la OLP, Yasser Arafat y el primer ministro de Israel
Benjamin Netanyahu la ciudad fue dividida en dos sectores, uno bajo la autoridad
Palestina, y el otro bajo control militar israelí, además de otros pequeños
asentamientos dispersados por la ciudad, esto hace que se creen constantes
tensiones y la convivencia sea más que difícil.
El resultado es una ciudad compleja llena de puertas, rejas, muros y controles
por todos sitios (fotos 8 a 14), donde todo es miedo, peleas y provocaciones, y
donde las ventanas de un sector que dan al otro tienen que estar permanentemente
cerradas para evitar agresiones (foto 15). Igualmente todas las calles que dan a
otros sectores están cortadas con muros (fotos 16 a 18), o las calles que se
encuentran a tiro de piedra de otro sector están enmalladas para que no los
agredan con cualquier tipo de objeto (fotos 19 a 21)...