Ya os había hablado de Ocumare de la Costa al enseñaros su playa,
y es que por su población que se encuentra unos kilómetros antes de la playa,
todo el mundo pasa varias veces pero nadie para, a no ser que necesite rellenar
su cava de hielo, o comprar cualquier bebida alcohólica en una de sus sus mil
bodegas, o tiendas de abastos, pasando totalmente desapercibidas algunas casas
coloniales bien conservadas con sus enrejados y faroles (fotos 1 y 2). Pero por
casualidad, esta vez llegamos a Ocumare y la población se encuentra en fiestas,
unas fiestas en honor a su patrón San Sebastian. Todo está iluminado y
engalanado, incluyendo su iglesia con un tremendo rosario (foto 3). Varias
bandas de música recorren la población, llevando gente a la plaza (foto 4).
La plaza de Ocumare se llena: carritos de perritos calientes, de algodón de
azúcar, y gente dispuesta a bailar y pasarla bien (foto 5). Muchos van
disfrazados de indios, otras de señoritas de la época colonial (foto 6), o de
esclavas de una plantación (foto 7). Todo el mundo disfruta.
El fin de fiesta y como no podía ser de otra manera en una población de
Venezuela, país de la belleza y de las "mises" por excelencia. Se proclaman las
diferentes bellas reinas de la fiesta (foto 8)...