Mosta es una ciudad amurallada (foto 1) y muy animada en el centro de la isla
de Malta que atrae a multitud de turistas. El motivo es su iglesia parroquial
dedicada a Santa María (St. Marys´s) que destaca sobre cualquier otra
construcción de la ciudad (foto 2), construida entre 1833 y 1860 con fondos
reunidos por la comunidad local y manos de obra voluntaria.
Posee una cuestionable armonía estética en su fachada (fotos 3 y 4) con dos
campanarios y columnas jónicas que no se ven en ningún otro lugar, pero sobre
todo por el espesor de sus muros de 6 metros de diámetro, lo cual se aprecia en
sus ventanales (foto 5), o en cualquiera de sus pasillos interiores (foto 6) y
que hicieron posible la construcción de una gigantesca cúpula (la cuarta
mayor de Europa) sin necesidad de andamios, columnas o cualquier otra sujeción
(fotos 7 y 8). Su interior es simplemente bello (foto 9), con seis capillas
laterales, suelo de mármol decorado y pinturas murales casi tridimensionales.
Por supuesto está presente la Cruz de Malta (foto 10) y hasta en la sacristía
una réplica de una bomba de 200 kilos que dañó la cúpula en 1942.
Y ya que estábamos en Mosta, dimos un pequeño paseo por las callejuelas del
centro, en las que observamos como principal atractivo los balcones de sus casas
antiguas construidos en madera. En la (foto 11) el Ayuntamiento, y en las (fotos
12 a 14), otros de otras casas del centro...