Salzburgo (Castillo de sal), es la cuarta ciudad más
poblada de Austria. Su nombre proviene de las barcas que transportaban
sal en el siglo VIII y que debían pagar un impuesto al pasar por la
ciudad, una práctica muy común en muchos ríos europeos.
Hoy aun se puede acceder a la ciudad desde el río (foto 1), llamado
Salzach.
Es mundialmente conocida por ser la ciudad natal de Wolfgang Amadeus
Mozart, uno de los mayores genios de la música sinfónica. Así que es
normal que lo primero que visite el turista sea precisamente su casa
natal en el centro de la ciuidad (fotos 2 y 3), aunque por todos lados
encontraremos referencias a el, ya sea en formas de estatuas pétreas
(foto 4) o de dulce chocolate (foto 5).
Pasear por sus calles estrechas es una gozada incluso en la noche (fotos
6 a 9), y como su centro histórico es relativamente pequenio, casi sin
quererlo pasaremos por todos los lugares esenciales: iglesias,
catedrales, monumentos, conventos, etc (fotos 10 a 13).
La mayor atracción turística de la ciudad visitada cada anio por más de
1 millón de personas, es la Fortaleza Hohensalzburg (fotos 14 y 15),
visible desde cualquier punto de la ciudad. Un castillo medieval desde
el que disfrutaremos de buenas vistas panorámicas de la ciudad y sus
montanias cercanas, y dentro de el podemos vísitar los aposentos reales
góticos u horrorizaremos con sus mazmorras y sus instrumentos de tortura
que ponen los pelos de punta.
La (foto 16) corresponde a una vieja estación metereológica de estilo
barroco que encontré por casualidad en la Residenzplatz, y me pareció
muy interesante (además de que funciona perfectamente...