La ciudad de Mérida la fundó Juan Rodríguez Suárez y decidió
llamarla así por su lugar de nacimiento en Extremadura, España. Su geografía
está marcada por las cumbres nevadas de los Andes y unos profundos valles
interiores y entre ambos una gran variedad de climas desde el tropical en la
planicie, hasta el páramo en las zonas altas. Es un centro de turismo importante
y genera buena parte de sus ingresos económicos gracias a una buena
infraestructura de servicios, y un ambiente tranquilo y amistoso incluso en
plena Semana Santa cuando la visitamos.
Su centro es la Plaza Bolívar, donde se encuentra la catedral (foto 1), y el
edificio de estilo renacentista del Palacio Arzobispal a un costado de esta. En
el centro como no, la estatua del Libertador (foto 2). Esta plaza está llena de
vida, siendo un lugar para pasear, dar de comer a las palomas, comer churros,
comprar artesanía, etc, etc, etc...
Desde la Plaza Bolívar, centro de la zona colonial, hay que callejear para
buscar los Museos, o las casas históricas que están por lo alrededores (foto 3),
y cuando os canséis de tanta historia dirigiros a la Heladería Coromoto en el N°
28 de la Av.3, es la heladería más famosa del continente, Record Guinness por
ofrecer 600 sabores de helado de todo tipo, ver la cara e Ana frente a una de
las neveras de helados, una de las de pescados, en los sabores se pueden leer:
sardinas, camarones al vino, atún o trucha ahumada (foto 4). También están las
carnes, los platos y sabores más raros que os imaginéis, desde helado de hígado
con judías hasta de puro ajo. Sabores indefinidos como Helado de Televisión
Española( que si es la internacional que ven aquí será muy flojillo). En la
(foto 5), estamos junto a un inmenso tablón donde pone todos los sabores, os
pasareis un par de divertidas horas para leerlos todos. De los sabores
no-tradicionales que probé, os puedo recomendar el helado con sabor a
Miss Venezuela, a base de pétalos de rosa, champaña y ron...