Siempre que pasamos unos días en algún hotel o posada que nos ha
gustado por bonito, por tranquilo o por que nos han tratado bien y por tanto lo
podemos recomendar, pues me gusta dedicarle un escaner. Este es el caso de la
Posada Doña Rosa (foto 1) a las afueras de la ciudad de Mérida en plena montaña,
o sea en plenos Andes, y que reúne todo eso y mucho más.
Ya desde la entrada se nota ese aire de hacienda colonial (foto 2), con un
hermoso patio para disfrutar (foto 3), un porche con muchas plantas y mobiliario
antiguo para descansar (foto 4). Y un comedor en los balcones y terrazas
exteriores (foto 5) para desayunar mientras preparamos el día, o para cenar
mientras les contamos a los dueños todo lo que hemos hecho en el día.
Cada vez que entréis en la Posada os recibirán con vino de moras típico de la
zona, y a charlar hasta que esté la cena, y como muy rápidos no son, pues más de
una botella cae...
Pero la hacienda es muy grande, con mucha zona verde para pasear, con 2 grandes
piscinas, zona de juegos y columpios para niños, muchos animales: gallinas,
pollitos, cabras, vacas, perros y perritos, un paraíso para Ana...
http://www.andes.net/donarosa/index.html