El pulso de la vida de una ciudad, se puede medir por la cantidad de
comercio que se encuentra en sus calles, y no me refiero a las grandes superficies tan de
moda hoy en cualquier lugar, sino a los pequeños Mercadillos en los que tradicionalmente y
desde hace muchas años se vendían e intercambiaban productos.
Y si esto es así, Sofía es una ciudad con mucha vida, no hay más que pasear por sus
calles, y encontrareis Mercadillos de todo tipo. En el centro y alrededores de la catedral
se encuentran la mayoría de los destinados a paseantes y turistas. Estos son algunos
ejemplos: En la (foto 1) Mercadillo de telas, costuras y todo tipo de manteles y vestidos de
punto, aquí es posible encargar que nos hagan cualquier cosa a nuestra medida.
En la (foto 2), tenemos el mercadillo del objeto más típico de Bulgaria, los Iconos, los
hay de todos tipos, pero también se puede encargar vuestro preferido. Y junto a él, el
Rastro de antigüedades (foto 3), aquí no se encarga, solo hay de buscar hasta encontrar lo
que queráis, aunque lo más probable es que acabéis comprando algo que ni imaginabais
encontrar, y es que hay de todo: dudosas piezas de arqueología, objetos con simbología nazi
o comunista, muebles, instrumentos musicales, relojes antiguos, y un largísimo etcétera...
Los amantes de los libros también tienen su espacio, pero el cirílico es un poco espeso
para el simple turista, aunque siempre se puede encontrar un mapa, guía o revista en
inglés o alemán (foto 4).
Mercadillos de temporada, como el de la (foto 5), donde encontrareis cualquier cosa
relacionada con el skí, tanto de segunda como de primera mano.
Y ya fuera del centro, los Mercadillos más destinados a búlgaros que a
extranjeros. Antiguamente el de Bitaka parece que era el más popular, hoy venido a menos, y
donde todo el mundo te advierte de lo peligroso que es, de hecho si te roban el coche, por
aquí es donde has de venir a intentar recuperarlo, eso si convenientemente despiezado (foto
6).
El bazar de Ilianchi es el más popular, hoy totalmente limpio y renovado, más grande que
el de Estambul, encontrareis de todo, especialmente en ropa y objetos caseros. Hay que
dedicarle todo un día, y es apto para todos los públicos, Ana Sofía enseguida encontró
lo que necesitaba...y lo consiguió (foto 7).
Y en cuanto a comida, el Bazar de las Mujeres es el más grande y popular, lleva este nombre
porque aquí es donde ellas venían personalmente a vender los productos que hacían
caseros: pan, quesos, mieles,...hoy continua igual (foto 8)...