Otro pequeño y encantador pueblecito a orillas de
Támesis que descubrimos fue Mapledurham (foto 1). Aunque no es muy
grande el lugar posee casas muy interesantes (foto 2). La principal que
es la llamada Mapledurham House, una tremenda mansión isabelina, que
estaba cerrada a las visitas hasta el mes de Mayo, al igual que el
conjunto de presas y molinos antiguos que hay aquí, y que solo
disfrutamos por fuera (foto 3).
Abierta estaba la iglesia, dedicada a St Margaret del siglo XIV, aunque
restaurada en estilo gótico en 1863 (fotos 4 y 5).
Y además tuvimos un poco de suerte ya que cuando paseábamos perdidos por
el lugar, una simpática pareja que estaban preparando pastelitos nos
invitó a probarlos junto con un café calentito (foto 6), y esa
amabilidad
es de agradecer..