Los dos templos principales de Luxor, llamados Luxor y Karnak, se encuentran
dentro de la ciudad y separados en la distancia por unos 4km, pero unidos en la antigüedad
por un paseo de pequeñas esfinges del que hoy se conservan unos cientos de metros a la
entrada del Templo de Luxor (foto 1). Es precisamente este Templo de Luxor el primero que visitamos, y lo hacemos en una espectacular visita nocturna, está totalmente iluminado y su
aspecto es fantástico.
A su entrada principal (foto 2), solo le falta el obelisco gemelo al que queda, y que se
llevaron los franceses, si lo queréis ver, ya sabéis donde está, es el de la Plaza de la
Concordia de París, no se llevaron los dos colosos sentados representando a Ramsés II, que
fue el faraón que lo construyó.
Una vez dentro, el templo es una sucesión de patios, cámaras y salas, todas ellas entre
impresionantes hileras de columnas, en las que se representan diferentes historias con
escritura jeroglífica, casi todas haciendo alusión a las victorias de Ramsés II sobre
los hititas (fotos 3,4 y 5)...