El invierno aunque es muy largo
en Berlín, hay suficientes espacios curiosos y diferentes que visitar incluso
con niños.
En esta ocasión, visitamos el llamado "Labyrinth" (foto 1), un museo interactivo
para niños. Se encuentra ubicado en una antigua gran fábrica, de la que aun se
pueden observar como parte de su decoración o encanto sus grandes grúas cables y
poleas (foto 2). Con el tremendo espacio que proporciona una antigua nave
industrial han creado un lugar de esparcimiento y diversión para los más
pequeños, y hay de todo (foto 3).
Es como su nombre indica una especie de laberinto, y es que en cada zona te
puedes perder. Son pequeños espacios independientes en los que hacer cosas
amenas y divertidas: subirte por los árboles y troncos de un pequeño poblado
(foto 3), hacer equilibrios de circo (foto 4), revolver en los trastos de la
cocina de la abuela (foto 5), disfrazarse de príncipe (foto 6), o princesa (foto
7), escuchar historias de piratas (foto 8), o hacer tu propio espectáculo
improvisado y divertir al personal (foto 9). Había muchos juegos de todo tipo
para niños y mayores, pinta caritas, puzzles, lugares donde sentarse a leer un
cuento, imposible hacerlo y verlo todo en un solo día. Vamos una buena manera de
pasar un frío domingo invernal con niños en Berlín...