A unos 20 kilómetros al norte de Hradec Kralové, se encuentra un
curioso y antiguo balneario barroco, que nada tiene que ver con los tan
conocidos balnearios de la Bohemia Occidental. Se encuentra en el poblado de
Kuks (foto 1) que de lejos parece una población como cualquiera, y así era hasta
que un aristócrata de origen alemán: el conde Franz Anton von Spork (1662-1738)
heredó estas tierras y una enorme fortuna. Sabiendo que los manantiales de su
finca eran ricos en minerales proyectó la construcción de "su" balneario, que
tardó más de 25 años en construir.
Al balneario no le faltaba de nada. Además de los baños, tenía hospital, teatro,
palacio, hipódromo, jardines con sus laberintos, etc, etc. Inaugurado en 1724,
de inmediato se convirtió en la estación de moda de la nobleza centro-europea,
en la que había todo tipo de entretenimientos culturales: paseos por el río en
barca, partidas de caza, conciertos a cargo de la propia orquesta del balneario,
invitados famosos como el propio Johann Sebastian Bach que actuó aquí.
Pero todo se torció cuando Spork murió en 1738, y apenas 2 años después se
desbordó el río Elba llevándose consigo todos los edificios que estaban junto a
él, pero lo peor es que el propio manantial fue afectado por la riada, por lo
que la estación balnearia perdió su razón de ser. Y todo fue abandonado.
Aun así lo que todavía se conserva es impresionante. si nos situamos en el río,
y miramos al pueblo, hermosas escalinatas nos conducen a él (foto 2), y si
miramos hacia el hospital, pareciera que está en funcionamiento (foto 3). Si
bien ya no hay jardines, el paseo que conduce al hospital es muy agradable
(fotos 4 y 5), y enseguida podemos contemplar la sucesión de 24 radiantes
estatuas alegóricas (algunas copias, las originales se encuentran en el
interior) de Matías Bernard Braun alineadas a lo largo de la terraza del
hospital (fotos 6 a 12), representando los vicios a un lado, y las virtudes al
otro.
Se puede pasar a ver el interior del hospital y lo que queda del palacio (fotos
13 a 16), e incluso tener una visita guiada (en inglés o Checo), para perderse
por sus pasillos (foto 17), y estancias en la mayor parte ahora vacías o en
ruinas, o contemplar su antiguamente famosa farmacia barroca que conserva su
mobiliario original (foto 18)...