Kristiansand. Noruega

Julio 2011

El mismo día que disfrutamos de nuestra excursión al Preikestolen, sucedía en Noruega a poco más de 100 kilómetros de nosotros, concretamente en su capital Oslo, un trágico acontecimiento que marcará por mucho tiempo la historia reciente de este país.
El ultraderechista y seguramente psicópata Anders Behring Breivik hizo explotar un coche bomba en un complejo gubernamental matando a 8 personas, para posteriormente dirigirse a la cercana isla de Utoya donde se celebraba un campamento de las juventudes social democráticas y comenzó una matanza que acabó con la vida de 68 personas, en su mayoría adolescentes participantes en la acampada. En total murieron ese día 76 personas, algo muy difícil no ya de entender si no de asumir por la horrorizada sociedad noruega.
Breivik se entregó a la policía tras más de una hora de intenso tiroteo presentándose como "comandante" de un "movimiento de resistencia anticomunista contra la islamización".
Nosotros nos enteramos de la noticia en la ciudad-puerto de Kristiansand, a donde nos dirigimos para embarcar hacia Dinamarca, pero llegamos tarde al último ferry, y nos tocó quedarnos allí.
Paseamos por una ciudad, que se encontraba desierta (fotos 1 a 6), o mejor dicho conmocionada. Todos leyendo y mirando las primeras fotos que aparecían ya del que había cometido los atentados. Pero sobre todo la gente estaba en las iglesias y en las plazas públicas, allí se congregaban espontáneamente, doloridos y conmocionados, sin poder explicarse que puede llevar a alguien que vive entre ellos a cometer semejante atrocidad. Y todo el mundo se reunía en torno a velas colocadas en los altares o simplemente en el suelo, guardando respetuoso silencio por las víctimas. Era realmente conmovedor asistir a esa muestra colectiva de dolor y respeto por unas víctimas inocentes (fotos 7 a 9)...