Dejamos el litoral mediterráneo turco en Side, para dirigirnos a la
Anatolia Central, y perdida en la inmensidad de la estepa anatólica se encuentra Konya, en
un paisaje árido y azotado por los vientos, pero la desolada estepa es, de hecho, una tierra
ideal para el cultivo de cereales, y Konya es la capital del riquísimo granero turco.
El apogeo de Konya se produjo en el siglo XIII, cuando se erigió en capital del sultanato
selyúcida de Rum, cada sultán se construía una mezquita como la de Selimiye Camii (foto
1),debida lógicamente al sultán Selim, y otras muchas que se pueden ver en la ciudad (foto
2).
El sultanato de Rum dio origen también a uno de los mayores filósofos místicos del
mundo, Celaleddin Rumi. Fundador de la orden de los derviches danzantes, Rumi era conocido
como Mevlana (Nuestro Guía) por sus seguidores, y su obra poética y religiosa es una de
las más respetadas del mundo islámico.
La secta de los mevlevis se extendió por Turquía, Siria y Egipto, allí donde existía una
orden, tenía que haber un monasterio derviche, en Konya se encuentra el primero y
principal (foto 3),y que contiene la tumba de Rumi.
La ceremonia de culto es una danza ritual que representa la unión con Dios. Las vestiduras
largas y blancas de los derviches (foto 4),con faldas hasta los pies, representan sus
mortajas, y los sombreros altos, rojos y en forma cónica representan sus sepulcros, por
cuanto renuncian a la vida terrena para resucitar en unión mística con Dios...