Karakol se encuentra a modo de "sandwich", entre el lago Issyk-kul y la mítica barrera montañosa que mantenía separadas a la poderosa antigua
Unión Soviética con la no menos poderosa República Popular China, motivo por el cual
durante muchos siglos no ha sido permitido acercarse a nadie por aquí, aun hoy en día es
uno de los lugares más remotos e inexplorados del mundo.
En la población destaca la catedral ortodoxa rusa (foto 1), que aunque del siglo XVIII, un
terremoto la destruyó, y hoy está totalmente reconstruida.
Pero la más curiosa construcción, es la Mezquita Dungan (foto 2), pertenece a un periodo pre-islámico-budista, lógicamente el minarete que existía, los rusos se encargaron de
eliminarlo, y el resto del edificio en forma de pagoda china permaneció cerrado al
culto, aun así ha sobrevivido a nuestros días desde que se terminó de construir en
1910, totalmente en madera y sin utilizar ni un solo clavo.
También encontraremos por la ciudad numerosos parques, con estatuas de los héroes
locales (foto 3), pero al no haber terminado por aquí aun el invierno, no apetece pasear
mucho bajo la nieve y la lluvia con todo embarrado, de todas maneras dimos una vuelta y
fotografiamos por ejemplo a esta pequeña niña (foto 4)...