El Palacio de Kensington, es conocido por todos por haber sido la residencia de los príncipes de Gales Carlos y Diana, antes de que fracasara su matrimonio, y luego hogar de la princesa hasta su trágico accidente en 1997. Desde ese momento, la prensa rosa logró convertir este sitio, en un lugar de culto y peregrinación. Su dorada verja (foto 1), sugiere un lujoso interior que existe tras una modesta fachada, y que es posible visitar, pero caro. Se encuentra en los jardines del mismo nombre, tremendos jardines con lagos y fauna protegidas (foto 2). Frente a la entrada principal hay más jardines y fuentes (foto 3), y también una estatua de la reina Victoria niña (foto 4), que recuerda que aquí vivía cuando a los 18 años recibió la noticia de que su tío Guillermo IV había muerto, y por lo tanto ella era la nueva soberana. Pero si vais con niños, lo que más disfrutareis de este lugar, es un parque de juegos para niños que con el nombre de la princesa recuerda que ella colaboró en numerosos planes de ayuda para ellos en todo el mundo, está realmente bien cuidado y lo disfrutamos mucho, a pesar de que no paró de llover en el largo rato que pasamos allá (fotos 5 a 8)...