La estación de skí de Zell am See, está unida por el
mismo forfait a la del glaciar de Kaprun que se encuentra enfrente, pero
en vez de en el valle se encuentra a 3200 metros de altura, con lo que no es que
tenga asegurada la nieve en invierno sino que también podremos esquiar
incluso todo el verano.
El nombre de Kaprun se asocia a la montaña de Kitzteinhorn donde se
encuentra el glaciar, que es el único esquiable en la zona de Salzburgo.
Aunque el inmenso glaciar es apto para todo tipo de esquiadores, incluso
noveles, Kaprún cuenta con más de 30 kilómetros de pistas negras de gran
dificultad, lo que atrae a muchos esquiadores.
Todos los remontes son supermodernos, por lo que nos olvidaremos de las
colas, y para que la estación no deje de funcionar ni durante días de
mucho viento, el telecabina gigante y central que sube hasta el glaciar
es de doble cable, o sea en vez de solo uno en el centro, tiene dos
laterales, por lo que el viento no puede inclinar las cabinas, y es
imposible quedarse colgado en el glaciar en caso de fuerte viento.
Lógicamente, a esas alturas las vistas y paisajes son super
espectaculares, y en lo más alto de la estación un restaurarte para
disfrutarlas con comodidad. También bares para reponer calorías, y hasta
un iglú que sirve cócteles en vasos de hielo y dispone de pantallas de
televisión y hasta de internet, un lujo de estación...