Celebramos el primer cumple-mes de Ana Sofía con una salida de un día
entero, eso implica alimentarla, cambiarla, etc fuera de casa, toda una aventura que
afrontamos con muchísimo miedo...
Elegimos recorrer la Garganta del río Iskar, un sencillo pero espectacular recorrido en
coche de unos 80 kilómetros y regreso.
El río Iskar nace en las montañas de Rila, y después de cruzar por la ciudad de Sofía
atraviesa las montañas "Stara Planina" excavando una profunda garganta en la
roca caliza para ir a morir al Danubio.
Comenzando la ruta en la ciudad de Sofía son infinitas las posibilidades que ofrece el
cañón, formaciones de pirámides arenosas "Katina Pyramids" en esa
localidad. Cascadas de hasta 85 metros como la Skaklya a una hora de camino desde la
localidad de Boj, infinidad de caminos marcados a los refugios y picos de la Stara
Planina, etc.
El punto donde la garganta es más profunda y las paredes más verticales es Lakatnik, no
en vano es el lugar donde nació y se desarrolló el montañismo en Bulgaria ( foto 1), hoy
en día con infinidad de vías de escalada bien equipadas, el lugar es tranquilo y
bucólico, se puede pasear entre grandes árboles, cruzar puentes colgantes sobre el
Iskar (foto 2), e incluso penetrar en una de las cuevas más famosas del país, la
"Temnata Dupka" (foto 3), aunque nosotros solo un centenar de metros, ya que solo
disponíamos de la linterna del auto, y terminamos la ruta en el Monasterio "Sedemte
Prestola" (foto 4), ya en la parte final de la garganta.
A Ana Sofía no logramos impresionarla ni al entrar en la cueva, ya que decidió pasarse
casi toda la excursión durmiendo, así que como dirían en los concursos "PRUEBA
SUPERADA"...