Hay una pista en Ischgl que se merece un escaner ella solita. No es un
descenso normal, es todo un viaje. Se parte desde lo más alto de la estación
(foto 1), desde la cima del Palinkopf a 2864 metros de altura, donde la vista es
espectacular se mire para donde se mire (foto 2), pero sobre todo si se mira en
dirección al valle hacia el oeste (foto 3), eso es lo que bajaremos.
El descenso es largo, y por estar fuera de la estación, algo solitario, además
es un viaje internacional, ya que la población de Samnaun, donde acabamos al
fondo del valle, ya no es Austria sino Suiza. Un recorrido para disfrutar mucho,
sobre todo porque encontramos muy buena nieve y disfrutamos de un día despejado
y soleado de lo más espectacular (foto 4), lo que nos permite ir haciendo
múltiples paradas sin prisa para empaparnos del paisaje y tomar fotos (foto 5).
Seguimos descendiendo, y el valle se va cerrando, va apareciendo el bosque,
señal que hemos descendido bastante, son más de 1000 metros de desnivel hasta
abajo, sin ningún peligro ni problema ya que la ruta siempre está bien
señalizada (foto 6)...
